sábado, 30 de enero de 2010

JOVENES EN QUEBEC LLAMAN A LUCHA SINDICAL POR PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Québec: La implicación sindical en el medio ambiente a favor de un desarrollo durable
Por :Philippe Gousenbourger, ITUC Youth OfficerComité national des jeunes de la CSN (Québec)
Nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores sindicalizados , reunidos con ocasión de la Concentración de los Jóvenes de la CSN entorno al tema La implicación sindical en el medio ambiente a favor de un desarrollo durable, que tuvo lugar los días 19 y 20 de noviembre de 2009 en Québec, mantenemos estar preocupados por el cambio climático, la contaminación del agua, del aire y de la tierra, la pérdida de la biodiversidad, la falta de agua, la escasez y el agotamiento de los recursos naturales y la crisis alimentaria. La acción sindical no se limita únicamente a la estricta negociación de las condiciones de trabajo y de remuneración. Los sindicatos reivindican el acceso a un trabajo decente, así como a participar en las decisiones que gobiernan la organización de la sociedad, sobre todo cuando éstas repercuten en el trabajo, la salud pública, el reparto de la riqueza y el medio natural esencial para el mantenimiento de la vida.
Afirmamos que la crisis financiera, económica, social, medioambiental y alimentaria que estamos viviendo es el resultado de un modelo de consumo, de producción y de reparto de la riqueza que demuestra ser ecológica, social y económicamente insostenible; y que es toda la población la que paga y seguirá pagando el precio que éste supone.
Toda tentativa de salvar ese modelo impregnado de pensamiento neoliberal sólo conseguirá que vuelva a brotar el límite extremo en momentos en el que la situación será aún más grave, más incontrolable. Nos asusta la manera en que serían compartidos entonces los recursos necesarios para la vida.
Es ahora cuando hay que movilizar y orientar las energías, dirigiéndolas hacia la emergencia de un desarrollo donde el primer objetivo sea el bienestar de las personas, lo cual exige un mejor reparto de los recursos. El respeto del medioambiente se convierte en una condición, y la economía en un medio.
1. Un modelo de desarrollo que no vale nada
El desarrollo económico que funciona orientado hacia un crecimiento infinito, hacia una polarización y hacia una financiarizacíon excesiva de la economía, es un modelo obsoleto, que no vale nada, lleno de contradicciones y de corrupciones crónicas.
En su carrera desenfrenada por la acumulación y los beneficios, el modelo de desarrollo capitalista no ha cumplido con sus promesas. Saquea el medioambiente y arrasa con el bienestar de los pueblos, empobreciéndolos aún más. Resultado: las desigualdades sociales y económicas son cada vez más fuertes y patentes. Los recursos naturales se van agotando gradualmente. Las contaminaciones se multiplican hasta el punto de afectar nuestra salud y de hacer que el agua se vuelva imbebible. El calentamiento climático mundial engendrado por las actividades humanas y las prácticas energívoras, en especial en las industrias y el transporte, amenaza hoy en día la supervivencia de la humanidad.
2. Desarrollo durable – un proyecto de construcción colectiva
Nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores, no somos instrumentos al servicio de la economía sino actores conscientes de nuestras responsabilidades de cara a las generaciones futuras. Actores convencidos de que el verdadero desarrollo durable no se trata de un “turbocapitalismo” que se haya hecho verde, sino más bien de un proyecto que ha de ser construido colectivamente, y nosotros tenemos la capacidad para participar en él.
Creemos que la crisis actual constituye una ocasión única para dar un nuevo sentido al desarrollo económico y para volver a concretar el rol de las trabajadoras y trabajadores, sindicalizados o no, y de los sindicatos, a la hora de establecer unas condiciones que privilegien la igualdad social, la eficacia económica, la preservación del medioambiente y la democracia participativa.
Tenemos los conocimientos y la experiencia para tomar medidas con respecto a los retos de hoy día y del mañana. Las trabajadoras y trabajadores, así como los sindicatos, tienen algo que decir y una plaza que ocupar en el seno de las empresas e instituciones para que el empleo y la protección del medioambiente dejen de ser percibidos como dos nociones irreconciliables y se conviertan en incentivo para orientar nuestro desarrollo económico y social.
Ya es hora de exponer una visión del futuro donde los empleos que se creen a partir de ahora sean empleos verdes y decentes, que contribuyan a reducir las repercusiones de nuestras actividades económicas en los ecosistemas. Las trabajadoras y los trabajadores deben participar en este intercambio para permitir así la transformación de los lugares de trabajo dentro del marco de una transición equitativa.
Creemos que el hecho de que las trabajadoras y trabajadores se hagan cargo de los problemas medioambientales relativos a su lugar de trabajo constituye una oportunidad para tomar medidas con respecto a las emisiones de los gases de efecto invernadero, a la reducción del ruido, del polvo, de la contaminación de los recursos, del consumo de agua y de energía, y con relación al derroche de las materias primas y a la gestión de las sustancias residuales. Es una ocasión para informarse, formarse y proponer nuevas maneras de hacer las cosas.
Esta asunción de los retos medioambientales es una oportunidad inigualable para renovar la acción sindical al mismo tiempo que se renueva la actividad económica.
Hacemos un llamamiento a las empresas, las instituciones y los gobiernos. El desarrollo durable es un proceso de construcción colectiva en la que todos ellos desempeñan un papel clave.
Más allá de sus obligaciones legales, las empresas y las instituciones tienen que mantener un comportamiento responsable integrando en sus relaciones y sus operaciones diarias el respeto de los derechos humanos, de los derechos fundamentales del trabajo, del medioambiente y de las comunidades en las que se instalen.
Por su parte, el Estado debe ejercer la plenitud de sus responsabilidades y legislar para favorecer una mayor participación de las trabajadoras y trabajadores en sus lugares de trabajo. Tiene que permitir, entre otros, el establecimiento de comités de empresa encargados de evaluar las acciones o modificaciones susceptibles de promover una mejor lucha contra el cambio climático, la reducción de la huella ecológica y la protección de la salud de las trabajadoras y los trabajadores y de su comunidad.
3. Un cambio de mentalidad necesario
Ya hemos empezado a tomar medidas en nuestros lugares de trabajo para cambiar la mentalidad de la gente y adoptar prácticas que sean respetuosas con las personas y con el medioambiente.
Se están preparando nuevas prácticas que cuentan con el apoyo de las trabajadoras y trabajadores de todas las generaciones, a saber:
los sindicatos están desempeñando un papel activo para obtener en el lugar de trabajo la certificación de “Aquí se recicla”;
en el plano regional, y junto con otras organizaciones, se están estableciendo prácticas en común de adquisiciones a nivel local y regional;
la reducción del consumo de papel, aplicando diversos métodos, como por ejemplo la impresión retro-verso y el envío de las nóminas salariales por intenet;
se están empezando a imponer políticas y costumbres de conducción compartida;
se están estableciendo comités verdes para proponer nuevas prácticas a los/as empleados/as y empleadores/as;
se están adoptando políticas verdes que permitan modificar las costumbres de despilfarro;
el establecimiento y jerarquía de los 4RV: en primer lugar la reducción del consumo, la reutilización de los productos, la recuperación de materiales, su reciclaje, seguido de su valorización.
Se han planteado varias acciones y gestos, pero sigue quedando mucho por hacer. Los cambios de mentalidad no se consiguen de la noche a la mañana.
La responsabilización sindical de la cuestión medioambiental por parte de las trabajadoras y los trabajadores puede marcar una diferencia.
Nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores , recurrimos a la CSN, a sus consejos centrales y a sus federaciones, para ser apoyados y equipados en las acciones sindicales que han de ser planteadas a nivel local. Creemos que nuestra acción tendrá repercusiones importantes sobre los que nos rodean, en la medida en que ejerceremos juntos un liderazgo que sirva de inspiración.
4. ¡Actuemos rápido!

Frente a la amplitud de los desequilibrios económicos, sociales y ecológicos que provoca la crisis actual a escala global, no tenemos ni los medios ni el tiempo de quedarnos indiferentes. ¡Hay que actuar enseguida!
Nosotros, jóvenes trabajadoras y los trabajadores de la CSN, nos comprometemos en nuestros lugares de trabajo a sumar las expresiones concretas y a instar a nuestros empleadores a que transformen las prácticas actuales de producción de bienes y servicios y favorezcan así un consumo responsable.
Nos comprometemos también a multiplicar los lugares de acción de donde podrá emerger un mundo de economía, más que de despilfarro. Un mundo de solidaridad con múltiples caras. Un mundo que privilegie el respeto de los derechos humanos y los derechos fundamentales del trabajo. Un mundo en el que la huella ecológica sea modesta, puesto que la economía estará al servicio de la sociedad, no al contrario.
En la construcción de ese mundo basado en el desarrollo durable, nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores, solicitamos que se preste especial atención para que:
los gobiernos federales y provinciales respeten las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Clima (GIEC) y establezcan por tanto metas ambiciosas para la reducción de los gases de efecto invernadero. Les invitamos a negociar de buena fe en Copenhague y en las demás reuniones internacionales dirigidas a la adopción de protocolos mundiales sobre el cambio climático. Los gobiernos deben encontrar los medios para alcanzar verdaderamente sus objetivos.
En la construcción de ese mundo basado en el desarrollo durable, nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores, solicitamos que se preste especial atención para que:
los comités sectoriales y regionales que hayan sido objeto de una proposición aprobada durante el último congreso de la CSN en mayo de 2008, tengan por mandato analizar los impactos que supone el cambio climático para el empleo, medidas de adaptación al cambio climático así como medidas dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y proponer estrategias con el objetivo de poner en práctica una transición justa hacia una realidad en la que dominen los empleos verdes y decentes. Esos espacios de diálogo social deben agrupar en el plano sectorial a trabajadoras y trabajadores, organizaciones que los representen, representantes gubernamentales, empleadores, especialistas y grupos del medioambiente. En el plano regional, dichos comités deberán incluir también a otros grupos de defensa de la sociedad civil.
En la construcción de ese mundo basado en el desarrollo durable, nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores, solicitamos que se preste especial atención para que:
los gobiernos se aseguren que en el seno de los programas de lucha contra el cambio climático se proporcionen los medios para comprobar que los principales actores económicos reduzcan efectivamente su huella ecológica. Les instamos a que tomen especialmente medidas para la reducción del derroche, para el desarrollo del transporte público, para la gestión de las sustancias residuales así como para reforzar los ecosistemas.
En la construcción de ese mundo basado en el desarrollo durable, nosotros, jóvenes trabajadoras y trabajadores, solicitamos que se preste especial atención para que:
podamos obtener una legislación sobre el derecho y el deber de alerta, como el que reclama la CSN para el sector alimentario. A tal efecto, reivindicamos una legislación que proteja a las trabajadoras y a los trabajadores que denuncien situaciones socialmente inaceptables o peligrosas para la salud de la población y de los ecosistemas.
Nosotros, jóvenes trabajadoras y los trabajadores sindicalizados, reunidos entorno al tema La implicación sindical en el medio ambiente a favor de un desarrollo durable, los días 19 y 20 de noviembre de 2009 en Québec, nos comprometemos, a la salida de esta reunión, a promover esta declaración en nuestros sindicatos, en las instancias de la CSN, de las federaciones, de los consejos centrales, en nuestros lugares de trabajo así como en los espacios públicos.

No hay comentarios: