La cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los ocho países más industrializados, G8 culminó este viernes en Italia, con una serie de promesas por llevar a cabo, entre las que está el compromiso que adquirieron con África en la lucha contra el hambre.África se instaló en el centro de la cumbre de los países más ricos del mundo, el G-8, para solicitarles que cumplan la responsabilidad que adquirieron con la nación en materia alimentaria.
Los ocho se han comprometido a donar al programa de agricultura africano más dinero del previsto. De los 15 mil millones de dólares (10 mil 700 millones de euros) se pasó a unos 20 mil en los próximos tres años.El dinero se empleará en para impulsar los cultivos y el trabajo en el continente africano.El G8 está formado por Estados Unidos (EE.UU), Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá, Italia y Rusia, y el G5 (países emergentes) por China, la India, Brasil, Suráfrica y México. Ambos grupos estuvieron presentes en la cumbre, junto a demás naciones invitadas.Otra de las demandas por cumplir por del G8 es el hecho de acatar la exigencia de los países emergentes en la reunión.Representantes gubernamentales de México y Brasil, como voceros de los países emergentes, le exigieron a países del G8 que eviten empeorar las crisis económica que crearon por medio de su sistema capitalista.Los emergentes reclaman una reforma del sistema financiero para obtener más participación."Tenemos que adoptar medidas concretas, ahora, para cambiar la composición accionaria del FMI", dijo el principal asesor diplomático del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, Marco Aurelio Garcia.En su intervención, el presidente brasileño Luíz Inácio Lula denunció "la dictadura de las agencias calificadoras de riesgo" y propuso que éstas sean reemplazadas por "entidades que no sean privadas".China abogó por un sistema monetario "más diversificado y razonable", a fin de que éste sea menos dependiente del dólar.Los dos núcleos de países (G8 y G5) se dicen además "decididos a proseguir las reformas en materia de regulación y control del sistema financiero".
Las posturas del G5 reflejan una nueva relación de fuerzas, en momentos en que todos los países del G8 están sumidos en recesión y con un remarcada culpa por haber propiciado un debacle económico mediante sus políticas neoliberales que preconizaban en los años 90.Con un desayuno de trabajo se inició la última jornada de la cumbre del G8, en el que participaron los jefes de Estado y de Gobierno de las ocho naciones más industrializadas del mundo, y dirigentes de Angola, Argelia, Egipto, Etiopía, Libia, Nigeria, Senegal, Suráfrica y la Unión Africana (UA). Las sesiones de la cumbre comenzaron el pasado el miércoles y desde ese día las discusiones se han centrado en la crisis económica global, el comercio y el cambio climático.Esta acostumbrada cumbre contó por primera vez con la presencia de un presidente del Gobierno español, en esta ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero.El G8 y el cambio climáticoEn las primeras sesiones del G8, se abordaron entre otros temas, el cambio climático y el calentamiento global que afecta el mundo.El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, manifestó el jueves su insatisfacción ante los acuerdos climáticos que se lograron en la cumbre de los países más industrializados (G8), por considerar que no son suficientes para contrarrestar el calentamiento global.Se opuso específicamente a la decisión de los países más industrializados de reducir en un 80 por ciento las emisiones de C02 para 2050.
Manifestó que esos objetivos de reducción de emisiones autoimpuestos por el G8 no son "suficientes".Los 16 países del Foro de las Mayores Economías (FME) (G8 y G5 junto a Australia, Indonesia y Corea del Sur) aceptaron por otro lado limitar a 2ºC el aumento de la temperatura del planeta respecto a los niveles previos a la era industrial (desde entonces, ya subió casi un grado).
teleSUR - Efe - Elpaís - Afp / ld-PR
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